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Preguntas y respuestas


¿En qué consiste la Declaración de Glasgow sobre la Alimentación y el Clima?

En noviembre de 2021, la vigésima sexta Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, la COP26, en Glasgow se enfrentó a la monumental tarea de cerrar la brecha entre los actuales compromisos climáticos de los países y la importante transformación necesaria para hacer frente a las emergencias climáticas y naturales. El impulso para vincular los alimentos, la naturaleza y el clima estaba creciendo en una serie de eventos clave ese año, incluyendo la primera Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU, lo que hizo que la COP26 sea una oportunidad única para llevar la reforma de los sistemas alimentarios a la vanguardia del debate climático.

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En la COP26, la Declaración de Glasgow sobre la Alimentación y el Clima reunió 100 de a las autoridades subnacionales y locales más avanzadas con el compromiso de acelerar el desarrollo de políticas alimentarias integradas y llamar a la acción los gobiernos nacionales. Para reforzar nuestra llamada a la acción estamos llevando la Declaración de Glasgow a la COP27.​

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¿Por qué necesitamos un enfoque de sistemas alimentarios para el cambio climático?

Dado que los sistemas alimentarios representan actualmente â…“ de las emisiones mundiales de GEI, está claro que no podemos cumplir el Acuerdo de París sin abordar los sistemas alimentarios. Sin embargo, la alimentación afecta a muchos ámbitos políticos diferentes, lo que provoca contradicciones y fricciones. A menos que se consideren conjuntamente todos los impactos de los sistemas alimentarios, es probable que las estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático asociadas a la producción y el consumo de alimentos acaben siendo ineficaces.

 

Un enfoque basado en los sistemas alimentarios tiene en cuenta la variedad de actores y varios factores socioculturales, económicos, biofísicos e institucionales subyacentes. La resolución de tensiones y la transformación de los sistemas alimentarios queda necesaria para hacer frente a los urgentes desafíos medioambientales y nutricionales.

 

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¿Por qué políticas alimentarias integradas?

Las políticas alimentarias integradas reflejan un enfoque de sistemas alimentarios en el que las acciones se alinean horizontalmente entre las áreas políticas, y verticalmente entre los diferentes niveles de gobierno. En la mayoría de los países, la responsabilidad de los sistemas alimentarios está dividida horizontalmente entre varios ministerios, y los departamentos de agricultura, comercio e industria, salud, trabajo y medio ambiente suelen establecer agendas basadas en diferentes prioridades y objetivos conflictivos. También hay importantes incoherencias “verticales” entre varios niveles de gobernanza. El reconocimiento y el apoyo limitado que los gobiernos internacionales y nacionales dan a las políticas y asociaciones (de los sistemas alimentarios) proviniendo las ciudades y regiones no incentivan la innovación de los sistemas alimentarios sostenibles que se producen a nivel local. 

 

Las políticas alimentarias integradas pueden solucionar estos descuidos, sobre todo a través de mecanismos de gobernanza multi-actor y multinivel – lo que puede crear al mismo tiempo mecanismos para el trabajo intersectorial, el establecimiento de prioridades inclusivas (que garantizan una transición justa en materia de alimentación), y el intercambio multinivel de mejores prácticas y herramientas de evaluación entre niveles de gobernanza.

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¿Por qué centrarse en los actores locales y subnacionales?

Las ciudades, las regiones y los estados subnacionales están liderando el ámbito de las políticas y estrategias alimentarias integradas. Suelen impulsar un cambio positivo del sistema alimentario a nivel local y regional, donde se produce la mayor parte de la innovación del sistema alimentario sostenible. Al mismo tiempo, el apoyo limitado de los gobiernos internacionales y nacionales da poca incentiva a la ampliación de estas acciones cruciales. La Declaración de Glasgow está diseñada para amplificar las voces de las ciudades y gobiernos subnacionales en las conversaciones globales sobre la alimentación y el clima, y la naturaleza y la salud. Hasta ahora, aquellas voces han tenido pocas oportunidades en este ámbito.  

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¿Qué papel desempeñan las ciudades?

La población urbana mundial sigue creciendo. Actualmente, el 55 % de las personas en el mundo viven en ciudades y se calcula que el 68% vivirá en ciudades en el año 2050. El desarrollo sostenible dependerá cada vez más de que se gestione de forma apropiada el sistema alimentario urbano. La Declaración se basa en el trabajo previo del Foro Urbano Mundial de Medellín, el Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán (MUFPP, por sus siglas en inglés), el C40 y otros, con el objetivo de llevar la transformación de los sistemas alimentarios urbanos a la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático como una solución integrada a la emergencia climática. Esta tiene también beneficios para la biodiversidad, la regeneración de los ecosistemas, la circularidad, el acceso a dietas sostenibles y saludables para todos, y la creación de medios de vida resilientes para los trabajadores agrícolas y alimentarios.​

 

¿Qué papel desempeñan los estados, las regiones y las provincias?

La futura prosperidad social, climática y económica depende de la existencia de sistemas alimentarios regionales diversificados y resistentes al cambio climático. Los gobiernos regionales están en una posición única para enlazar y alinear las políticas alimentarias y climáticas locales, nacionales y supranacionales, dando prioridad a los problemas más relevantes de los habitantes y elevando propuestas de acción que respondan a las necesidades y oportunidades regionales. Además, los gobiernos regionales pueden facilitar diálogos constructivos entre las comunidades urbanas, rurales y costeras para garantizar la prosperidad de los trabajadores y trabajadoras a lo largo del sector alimentario, especialmente de las comunidades más vulnerables y marginadas, que su bienestar esté ligado al bienestar de las ciudades y regiones, y que los recursos naturales se conserven y se restauren.

 

¿Qué papel desempeñan los gobiernos indígenas? 

Los gobiernos federales junto con poderosas industrias, han controlado hasta ahora el discurso sobre el cambio climático a nivel internacional. Per ello, hemos llevado demasiado tiempo viendo las políticas alimentarias y climáticas desde un punto de vista simplificador, lo que ha resultado en cambios graduales insuficientes. El conocimiento indígena tradicional, con su perspectiva holísticas y enraizada en territorios locales, puede responder a los complejos desafíos a los que nos enfrentamos. Las comunidades indígenas, como gestoras y guardianas de los recursos naturales y de la biodiversidad, son agentes clave en la elaboración de políticas alimentarias y climáticas locales, nacionales e internacionales. La Declaración de Glasgow destaca que una gobernanza alimentaria inclusiva incluye consultas regulares y comprensivas con los comunidades indígenas y locales por parte de los gobiernos federales.

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¿Quién firmó la Declaración y por qué?

Vea todos los firmantes aquí. Los gobiernos que firmaron la Declaración de Glasgow renovaron su compromiso de adoptar un enfoque de sistema alimentario ante la emergencia climática, y siguen trabajando en la adopción y aplicación de políticas alimentarias integradas y sostenibles. También sumaron sus voces a una llamada a la acción dirigida a los responsables políticos nacionales e internacionales en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático. Por lo tanto, firmar la Declaración era enviar un mensaje a la conferencia, para que los gobiernos nacionales también refuercen su compromiso con la transformación de los sistemas alimentarios sostenibles que necesitamos.

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¿Cómo se redactó el texto de la Declaración de Glasgow?

En marzo de 2020, IPES-Food y Nourish Scotland convocaron a una amplia coalición de socios principales para redactar una Declaración y poner en marcha un proceso destinado a poner los actores locales y las políticas alimentarias integradas al centro del espacio COP26. La Declaración de Glasgow sobre la Alimentación y el Clima se redactó en cinco rondas entre marzo y noviembre de 2020 en consulta con los socios y los gobiernos subnacionales. El texto final se lanzó el 14 de diciembre de 2020.

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¿Qué pasó en la COP26?

En la COP26 los sistemas alimentarios estuvieron notablemente ausentes de la agenda formal, y sólo fueron objeto de débiles promesas por parte de los gobiernos nacionales, a pesar de las llamados a la acción en esta área. Pero la Declaración de Glasgow sobre la Alimentación y el Clima reunió a 100 gobiernos locales y subnacionales pioneros que lideran la lucha contra la emergencia climática y ecológica a través de políticas alimentarias integradas. A través de una serie de eventos en la COP26, nuestros socios y firmantes destacaron lo que las autoridades locales ya están haciendo para reducir las emisiones y construir sistemas alimentarios justos y sostenibles, y por qué los sistemas alimentarios tienen que ser una parte más importante de la respuesta al cambio climático.

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